jueves, 26 de junio de 2014

Aprendiendo a leer: Conciencia fonológica


¿QUÉ ES?

La conciencia fonológica es la habilidad que permite que las personas manejemos de manera voluntaria las unidades más pequeñas del lenguaje, los fonemas. Por ejemplo, si nos presentan las palabras gato y pato, podemos decir que suenan diferente, aunque no sepamos explicar exactamente por qué. Sin embargo, si somos capaces de decir que ambas palabras están compuestas por cuatro fonemas y que el primero es diferente, estamos realizando una reflexión acerca del lenguaje, lo que implica poseer conciencia fonológica.

La conciencia fonológica forma parte de lo que de forma general se denominan habilidades metalingüísticas. Estas habilidades hacen referencia la capacidad para hacer operaciones con las unidades lingüísticas subléxicas (más pequeñas que las palabras) como las sílabas y los fonemas. Por tanto, distinguimos conciencia léxica (identificar las palabras que componen las frases), conciencia silábica (identificar las sílabas que forman las palabras), conciencia intrasilábica (distinguir entre sílabas) y conciencia fonológica.

Existe una relación muy estrecha entre conciencia fonológica y aprendizaje de la lectura. Los niños que muestran buenas habilidades fonológicas son buenos lectores, mientras que en las dificultades de lectoescritura suelen presentarse también dificultades para realizar análisis fonológico.

¿CÓMO PODEMOS FOMENTARLA?
Las habilidades metalingüísticas comienzan a adquirirse de manera espontánea con el desarrollo del lenguaje oral. Por ejemplo, cuando un niño pregunta “¿se dice ponido?”, implica una reflexión sobre la forma en que está hablando. Por su parte, la conciencia fonológica no aparece como algo natural puesto que no es necesario adquirirla para el lenguaje oral. Se desarrolla debido a la necesidad de leer y escribir. Sin embargo, las ayudas para adquirir conciencia fonológica pueden (y deben) iniciarse a través de juegos metalingüísticos, antes de comenzar a leer y escribir.

Algunos juegos tan cotidianos como el “Veo-veo”, son una forma de desarrollar estas habilidades, puesto que se pide al niño que busque palabras que empiecen por el mismo sonido. A continuación se proponen algunas otras actividades que pueden realizarse también de forma lúdica tanto en grupo como a nivel individual.

  • Decir palabras en voz alta y dar una palmada por cada sílaba. Si por ejemplo la palabra tiene tres sílabas/golpes, todos los niños (o el niño y el adulto) deberán decir palabras que tengan ese mismo número de sílabas.
  • Formar palabras que comiencen por una sílaba concreta o bien que terminen por esta. Un ejemplo es el “Tren de las palabras”.
  • Presentar palabras que contengan otras al omitir alguna sílaba y preguntarles a los niños qué palabra queda.
  • Juegos de deletrear. Existen algunas canciones infantiles que deletrean, como "el cocherito Leré".

Por tanto el desarrollo de estrategias de análisis fonológico es fundamental como primer paso para la posterior adquisición de la lectoescritura y por ello debe trabajarse tanto en educación infantil como primaria.
A continuación dejamos algunos enlaces de interés con actividades.




¡Feliz jueves!

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