viernes, 4 de julio de 2014

Guía para el consumo de TV con nuestros hijos e hijas.

Con esta entrada, queremos ayudar a responder ciertos interrogantes que los padres y madres pueden tener sobre la TV, basándonos en estudios que se han realizado al respecto.

¿Es malo que nuestros hijos vean la TV?
 ¿Cómo puedo hacer del visionado televisivo un momento educativo?

En primer lugar, es importante destacar que la presencia de un adulto durante el visionado de TV es de gran ayuda para realizar orientaciones y mediar durante el visionado de programas.

La clave de la mediación según varios estudios, es el diálogo. Dialogar durante el visionado conjunto de programas de televisión no es una práctica muy extendida. Sin embargo, esta costumbre posibilita situaciones de aprendizaje y mejora la capacidad del niño/a para saber distinguir el contenido de los mensajes televisivos.

Además de la presencia y el diálogo, el modo de consumir TV es también una fuente de aprendizaje para el niño en desarrollo. En suma, se podría consumir en solitario, lo cual no produce aprendizaje mediado. Otra forma de consumo sería el modo autoritario, el adulto es quién dice cuánto tiempo y qué programas. Por último, y el modo que produce un mayor enriquecimiento y aprendizaje, es el modo democrático de consumo, donde podemos dialogar y llegar a acuerdos dentro del núcleo familiar para decidir que programas queremos visualizar.

Para finalizar, queremos exponer algunas pautas concretas que ayuden en el diálogo frente a la TV de padres y madres con los pequeños.
  • Propiciar una reflexión activa, frente a un visionado pasivo. Uso frecuente de preguntas que activen el pensamiento, por ejemplo ¿Qué crees que hará ahora el protagonista?, ¿Quién es el personaje que más te gusta?, etc.
  • Introducción de aspectos críticos y valores. Es adecuado hacer saber que no todo lo que aparece en los programas y películas es correcto y aceptable. ¿Crees que ese actor está haciendo algo bueno?, ¿Por qué crees que lo hace?. De igual modo puede reflexionarse sobre valores y conductas positivas.
  • Dialogar para diferenciar la ficción de la realidad. No solo debe realizarse con niños y niñas de corta edad, sino que podemos introducir en jóvenes el concepto de manipulación informativa, por ejemplo.

En resumen, una decisión conjunta de qué programas consumir, de forma dosificada y mediada por el diálogo reflexivo hacen de la TV una herramienta educativa muy efectiva.


¡Feliz viernes!


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