En
esta entrada hablaremos sobre las estrategias que usan padres y
madres para la potenciación del bilingüismo en el hogar. En
concreto nos basaremos en la investigación de G. Ruiz sobre
bilingüismo simultáneo.
La falta de homogeneidad en el grado de
bilingüismo alcanzado por los niños de familias bilingües se debe
en gran medida a las estrategias empleadas por los padres. El término
estrategia se refiere en la bibliografía a tres conceptos
diferentes:
Entendemos
el bilingüismo simultáneo familiar como el fenómeno por el cual un
niño está en contacto con, al menos, dos lenguas diferentes, una en
la sociedad en que vive y otra en casa, desde los primeros momentos
de su infancia, situación que ha ido cobrando cada vez mayor
importancia en los últimos 30 años. El número de parejas de
lenguas y culturas distintas ha ido creciendo progresivamente a
medida que el mundo se ha ido globalizando.
Sin
embargo, cabe reflexionar sobre esta situación ya que este nivel de
destrezas en el uso de ambas lenguas por parte de los hijos e hijas
difiere de una familia a otra. Encontramos desde el uso equilibrado
de ambas lenguas (bilingüismo equilibrado) hasta el desarrollo de la
capacidad de entender, pero no de expresarse, en la segunda
lengua (bilingüismo receptivo), pasando por la dominancia de una
lengua sobre la otra (bilingüismo no equilibrado). Las preguntas que
nos hacemos en esta entrada son:
¿A
qué se deben estas diferencias?
¿Cómo
podemos potenciar el bilingüismo equilibrado?
la
falta de homogeneidad en el grado de bilingüismo alcanzado por los
niños de familias bilingües se debe en gran medida, tal y como se
comenta en esta investigación, a las estrategias empleadas por los
padres.
La
mayoría de los padres dicen defender el principio de “una persona,
una lengua”, siendo cada progenitor el que le habla al niño/a en
su lengua materna. Sin embargo, las investigaciones revelan que en la
mayoría de los casos este principio no se mantiene de forma
sistemática ya que mezclan las lenguas en ocasiones, ya sea para
atraer la atención de su hijo o hija, para asegurarse de su
comprensión, o para expandir o repetir lo que el menor haya dicho.
Comentamos
a continuación algunas estrategias usadas por padres y madres para
la potenciación del biligüismo, que suponen diversos grados de
coacción e insistencia en el uso de la lengua minoritaria, lo que
tiene diversos efectos que comentaremos posteriormente:
entendimiento
mínimo: el adulto, fingiendo no entender lo que el niño ha dicho,
intenta que lo clarifique utilizando la lengua correcta. Para ello el
padre puede emplear frases del tipo ‘No entiendo’ o
interrogaciones parciales.
• suposición
expresada: el adulto intenta clarificar lo que el niño ha dicho en
la lengua equivocada, repitiéndolo en la lengua correcta por medio
de una interrogación total.
• repetición
del adulto: el adulto repite lo que el niño ha dicho, utilizando la
otra lengua.
• continuación:
la conversación continúa como si nada hubiera pasado.
• alternancia
de código: el adulto incorpora a su contribución la palabra usada
por el niño en la lengua incorrecta, o bien cambia por completo a la
lengua empleada por el niño.
Frecuentemente
los padres consideran que para alcanzar el bilingüismo basta con la
estrategia de una persona, una lengua. Sin embargo, los estudios
revelan qe difícilmente conducirá al bilingüismo productivo de no
ir acompañada por la insistencia de parte de los padres en que el
niño
hable
la lengua minoritaria mediante el uso de técnicas discursivas
llamadas de “coacción”.
¿Qué
quiere decir esto?
En
el uso de “una persona una lengua” y estrategias como la de
repetición, (el adulto repite lo que el niño ha dicho, utilizando
la otra lengua) lo que el niño o niña percibe es que en realidad no
es necesario hablar
en inglés, (por ejemplo). El menor entiende que su padre o madre lo
entienden y reaccionan como él espera, continuando con normalidad la
comunicación. Se trata, por tanto, de estrategias negociadoras de
contextos bilingües (continuación y repetición del adulto). La
mayoría de los progenitores sin embargo opina que al repetir en
inglés lo que el niño dice en español está favoreciendo su
aprendizaje, cuando en realidad pueden estar fomentando un uso
meramente pasivo de la lengua. Además, identifican la adopción de
estrategias más coercitivas con actitudes intransigentes que podrían
provocar en los niños algún tipo de sentimiento negativo hacia el
idioma minoritario.
Por
tanto, animamos a los padres que quieren favorecer un contexto de
bilingüismo equilibrado el uso de estrategias discursivas de un
mayor grado de coacción que las meramente repetitivas. Por ejemplo,
el uso del “entendimiento mínimo” y “suposición expresada”:
-¿Qué
estás diciendo? No te entiendo nada. Dímelo en castellano para que
te entienda, etc.
-¿Me
estas diciendo que leamos un cuento?, ¿Estas contándome lo que has
hecho en el cole?, etc.
Por
último, cabe señalar que existen otras estrategias de apoyo y
facilitadoras que los padres suelen poner en marcha de forma natural
y que también potencian el bilingüismo, como la utilización de
materiales en el idioma minoritario, visitas de familiares y amigos
hablantes de la segunda lengua y visitas al país de origen,
propiciando el contacto con el idioma y la cultura no predominante.
Muchas gracias por este artículo!
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